EXTRAÑO






Extraño tu risa, tu piel subyugante, tu boca encendida…
Cual una paloma ronroneando su eterna aventura…
Desde este lugar, cuando pienso en ti.
Pues yo siempre te he extrañado, aún sin conocerte,
aún sin haberme imaginado que existías…
Te extraño, mi Cielo, porque sin desearlo,
me has puesto en la boca tu fugaz sabor…
Tu voz me acaricia y tus ojos alumbran mi sendero
es una Mezcla de este inmenso amor que siento por ti
Extraño tus ojos junto al mismo sueño mágico y ambiguo
Que una tarde de esas… soñamos los dos.
Te pienso, mi Vida, desde mi locura más inhabitable,
De sortear el tiempo con cada caricia que duerme escondida
En tus blancas manos, dos rosas benditas…
Te extraño, con celo de llama encendida,
Al llegar la noche… y al entrar el día, 
Al soñar tu sueño… ¡y al saberte mía!…

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